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Una catarata es una opacidad que se forma en el cristalino del ojo, el cual es normalmente transparente. Esta condición ocular es una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo. El cristalino, situado detrás del iris y la pupila, enfoca la luz en la retina para permitir una visión clara. Sin embargo, cuando se desarrolla una catarata, la luz no puede pasar de manera efectiva a través del cristalino, resultando en una visión borrosa o distorsionada.
Las cataratas pueden afectar a personas de todas las edades, pero son más comunes en la población mayor, siendo la edad avanzada uno de los factores de riesgo más significativos. Además, la exposición prolongada a la radiación ultravioleta del sol, ciertas enfermedades como la diabetes, el uso prolongado de medicamentos esteroides, y antecedentes familiares de cataratas también pueden aumentar el riesgo de desarrollarlas.
Las cataratas se forman debido a cambios en la estructura del cristalino del ojo, generalmente relacionados con el envejecimiento. Las principales causas incluyen la acumulación de proteínas en el cristalino, lo que conduce a la opacidad.
Los principales factores de riesgo son:
La detección de una catarata se realiza mediante un examen ocular completo que incluye la revisión de la historia clínica, pruebas de agudeza visual, dilatación de pupilas y el uso de una lámpara de hendidura para examinar detalladamente el cristalino del ojo.
El tratamiento de las cataratas es altamente efectivo y consiste en una cirugía en la que se extrae el cristalino opaco y se reemplaza con un lente intraocular artificial.
Una catarata es la opacidad del cristalino del ojo, causando visión borrosa o pérdida de visión. Es una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo. Existen muchas ideas erróneas sobre las cataratas. Ellas son:
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La preparación para una cirugía de catarata es un proceso meticuloso que asegura el éxito del procedimiento y la recuperación del paciente:
1) Inicialmente, se programa una consulta de valoración oftalmológica completa para evaluar la severidad de la catarata y la salud general del ojo.
2) Se programará una consulta para realizar el cálculo del poder de la lente intraocular que se implantará en el ojo.
3) Se solicita exámenes de laboratorio preoperatorios y una valoración cardiovascular preoperatoria. El paciente debe informar sobre cualquier medicamento que esté tomando, ya que algunos pueden necesitar ajustes.
4) El día de la cirugía, el paciente debe acudir en ayuno de 8 horas, acompañado (ya que no podrá conducir después del procedimiento). Se administrarán gotas oftálmicas para dilatar la pupila y se aplicará anestesia local para adormecer el ojo. La cirugía de catarata se realiza de manera ambulatoria, por lo que el paciente podrá regresar a casa el mismo día, siguiendo las indicaciones postoperatorias del médico para una recuperación óptima.
La cirugía de catarata implica la sustitución del cristalino opaco del ojo por un lente intraocular (LIO). Existen diferentes tipos de LIO, y elegir el adecuado es crucial para optimizar la calidad visual del paciente. Dos de las opciones más comunes son los lentes intraoculares monofocales y los lentes intraoculares premium, cada uno con características y beneficios específicos.
Cada lente se escoge de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
Los lentes intraoculares monofocales son la opción más tradicional y ampliamente utilizada. Estos lentes están diseñados para proporcionar una visión clara a una sola distancia (visión de lejos). La mayoría de los pacientes optan por escoger estos lentes s, lo que significa que posteriormente necesitarán usar lentes para tareas que requieran visión cercana o intermedia, como leer o trabajar en una computadora.
Los lentes intraoculares premium, por otro lado, son una categoría avanzada de LIO que incluyen multifocales, trifocales, tóricos y los de rango extendido. Estos lentes están diseñados para proporcionar una visión más versátil y reducir la dependencia de lentes después de la cirugía.
Antes de someterse a una cirugía de catarata, hay tres consideraciones principales que los pacientes deben tener en cuenta para garantizar una intervención exitosa y una recuperación sin complicaciones:
La cirugía de catarata con facoemulsificación es el método más avanzado y comúnmente utilizado para tratar cataratas. Este procedimiento, conocido por su seguridad y eficacia, implica varios pasos detallados que aseguran una recuperación rápida y una mejora significativa en la visión del paciente.
El cirujano hace una pequeña incisión en el borde de la córnea, por la que se inserta una sonda ultrasónica. Esta sonda emite ondas de energía ultrasónica que desintegran la catarata en fragmentos diminutos. Este proceso se llama facoemulsificación.
Los fragmentos de la catarata se aspiran cuidadosamente fuera del ojo a través de la misma sonda. Luego, se introduce el lente intraocular plegable a través de la incisión. Una vez dentro del ojo, el lente se despliega y se coloca en la posición correcta, sustituyendo al cristalino natural.
La incisión es tan pequeña que generalmente no requiere suturas, ya que se cierra por sí sola y se sella con el fluido natural del ojo. Este diseño minimiza el tiempo de recuperación y reduce el riesgo de complicaciones.
Después de la cirugía, se coloca un protector sobre el ojo que retiramos 4 horas posterior a la cirugía. El paciente puede regresar a casa el mismo día, pero debe seguir ciertas indicaciones postoperatorias, como usar gotas oftálmicas para prevenir infecciones y reducir la inflamación. Es crucial evitar actividades que puedan ejercer presión sobre el ojo, como levantar objetos pesados o inclinarse.
La recuperación es rápida, con muchos pacientes experimentando una mejora notable en la visión dentro de los primeros días.
Sin embargo, se programan varias citas de seguimiento para asegurarse de que el ojo está sanando adecuadamente y de que el lente intraocular está en la posición correcta.
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